
Y los parroquianos no hacen menos que celebrar, es que "el casino del Mauri" hace felíz a la gente que asiste a estas reuniones de juego y divertimento para toda la familia (bueno, para toda la familia no, pero casi).
Como verán, cuando la Banca no esta de parabienes, los apostadores si lo están!.
Esta fotografía fue tomada en la puerta del establecimiento (legalmente habilitado), cuando dos de los apostadores acababan de PELAR a la banca de turno, quien no pudo, al día siguiente, comprarse el casco para poder circular con su motocicleta por la City Rosarina. Pero estos dos agraciados si pudieron seguir la farra hasta altas horas de la mañana, con desayuno incluido. Café con leche y medias lunas de la Distincion para todos !!!!!
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