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El Casino del Cape es básicamente un espacio real y virtual en donde un grupo de amigos, se reúnen a compartir la cena de todos los lunes desde hace más de 15 años. el lugar de reunión real es itinerante, es decir, va cambiando de lunes a lunes de acuerdo a la disponibilidad de locación de cada uno de los participantes de estas reuniones.

COMENTARIOS, PUTEADAS Y APRIETES a este correo por favor: elcasinodelcape@hotmail.com






viernes, julio 27

sábado, julio 21

Resúmen Semanal

La semana arrancó con la continuación de la novela del viajecito a Miami del Turco y las idas y vueltas con el Dany. Cuando todos creíamos que el tema se devoraba las primeras planas de la semana……. Llegó el día de amigo. Mención aparte para el Comando……. Como acostumbra cada vez que es anfitrión, las delicatesen y las elaboradas presentaciones gastronómicas estuvieron a la orden del día; como así también el cotillón y la música en vivo. Sin olvidarnos que en un esfuerzo sin precedentes de producción, se lo pudo contratar a “El Doctor”. como figura principal de la noche Ausentes con aviso, el Turco (en viaje de placer) y Quique (en viaje de negocios) Ausente sin aviso, Gonzalo. Extrañas excusas que algunos (los más malos) sintetizaron en: Salió la esposa…. Tiene que cuidar el nene. Cuando la velada en la casa del Comando se terminaba y algunos se estaban retirando y otros (el Cape) ya se habían retirado; los más expedicionarios extendían la noche en el mítico bar La Luna. Sin mucho más que agregar que se disfruto de una muy buena noche entre copas y buena música…. Lo que sucedió en el after merece una alocución en la noche del lunes. Para resumir y adelantar; y partiendo de la base que se trata del Dany, recurrimos a una de las frases que se le atribuye a un político argentino. “LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD”.

jueves, julio 5

Amigo Rico, Amigo Pobre

Cuando el despertador lo sacó de un profundo sueño a las siete de la mañana de un helado día; el Sr. M, maldijo entre dientes y se incorporó de la cama. El largo día que tenía por delante arrancaba a la nueve en tribunales y continuaba en su clínica de ciencias kinesiológicas. Luego de pasar por su pariente político, el Sr. V, arrancaron hacia tribunales dejando atrás las puertas del country del club de la ovalada. Ya en el palacio de justicia, se encontraron con el asesor letrado quien al presentarse en el correspondiente juzgado se disculpó ante Su Señoría por lo poco ortodoxo de su atuendo; ya que luego del trámite se dirigiría a despuntar su afición por el golf. Terminada la diligencia judicial y al ser interpelado por el Sr. M, el abogado expuso su itinerario. Golf en Timbó, regreso a la ciudad de rosario, aperitivos en conocido bar con la mejor vista al río y cena en country de localidad vecina donde abundan los álamos. Más precisamente en la residencia del Sr. T, un reconocido empresario gastronómico quien divide sus pasiones deportivas entre el club de la rivera y el moño dorado. Para los Sres. M y V; esto sonó como un cachetazo. Una catarata de amargos recuerdos inundó sus mentes. Recuerdos de un grupo de amigos deambulando por oscuros bodegones u obteniendo esporádicos permisos en domicilios particulares más ligados a la caridad que a la hospitalidad bien entendida. Y entre todos los recuerdos, el del bastión de los álamos, inexpugnable para el grupo de los lunes. De la peor manera, los señores en cuestión, aprendieron la lección que ya había aprendido el Sr. C, cuando luego de su faena laboral en un frigorífico multinacional, y festejando el onomástico de uno de los vástagos del Sr. T, le tocó sentarse en un sillón sin almohadones; el que se encontraba reservado para otros amigos. Amigos clase S (pero S con rayita $).