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El Casino del Cape es básicamente un espacio real y virtual en donde un grupo de amigos, se reúnen a compartir la cena de todos los lunes desde hace más de 15 años. el lugar de reunión real es itinerante, es decir, va cambiando de lunes a lunes de acuerdo a la disponibilidad de locación de cada uno de los participantes de estas reuniones.

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jueves, febrero 22

El lado oscuro de la Pesca

Nada hay como soltar la amarra, encender la pipa y poner proa a las islas. Que sensación. Que deleite. Que tranquilidad.
Y así fue, que junto a algunos caballeros de la honorable sociedad, nos dispusimos a pasar algunos días en la noble tarea de la pesca deportiva.
Aquel que disfruta de ésta pasión, comprende claramente lo que es. Esto es la naturaleza y el pescador. El hombre y la bestia. La inteligencia y la intuición.
El pescador deportivo, se fusiona con la caña y la convierte en una extensión de su brazo, en un apéndice de su cuerpo para esperar el ansiado pique y proceder a la quirúrgica clavada. Para esto, el sportman, gasta pequeñas fortunas en equipamiento, que al contrario de facilitarle la cosa, le de la oportunidad de una lucha más pareja a la fauna icticola. Esta filosofía puede resumirse en la frase UNA PESCADOR UNA CAÑA.
Lamentablemente, no es raro observar en las costas del Paraná, algunos señores sentados en sus sillones, con un verdadero muestrario de cañas, líneas, boyeros y hasta trampas, desparramadas en todo el ángulo de su visión; muchas veces con abominables artefactos sonoros colgados en los extremos.
Afortunadamente, siempre me jacté de practicar este deporte junto a verdaderos caballeros, en el amplio sentido de la palabra. Es preferible un pescado menos en el freezer, pero la conciencia tranquila y la frente en alto.
Me equivoque. Para mi pesar, algunos de mis colegas fueron seducidos por el lado oscuro de la pesca y cual primitivos cromagnones, lanzaron a las correntosas aguas, innumerables botellas plásticas con un cordel y un anzuelo atados al pico, esperando que los incautos peces, al suponer una leal contienda, queden enganchados sacudiendo los profanos artefactos, para regocijo de los impíos depredadores. Si hasta pude ver a uno de ellos lanzarse con toda su humanidad sobre un tarro, para coartar todo tipo de esperanza que el animal había depositado en la lucha.
Muertos y enterrados quedaron mis sueños de fundar el Club de Pesca Deportiva Restaurant & Casino del Mauri.
Para terminar y prevenir a incautos en no caer en las trampas urdidas por este macabro grupo, doy a conocer sus nombres: Pablito, El Turco, Gonza, El Mauri y mi propio hijo Alejito.


Fabito

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