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martes, febrero 6

La caida - - Por Fabito

A la hora de enumerar, se me ocurren muchos tipos de caídas. Aquella caída en bicicleta que sufrí a los 11, la caída de la Unión Soviética y el muro de Berlín, la caída, y esto es para los más viejos, de la estación espacial Skaylab, la de la manzana de Newton, la de la bolsa de Nueva York, la caída de Sadam Hussein, la de los frescos del parque, en el Centenario de Montevideo, la caída de la noche. Muchas caídas y todas ellas con un denominador común. La previsibilidad.
Yo la tenía bien clara, que era cuestión de tiempo para que con mi Graciela disfrazada de Vaquera me pegara un palo con consecuencias y heridas de distintas consideraciones. El comunismo era insostenible y también calló. El Skaylab, que se yo, todo lo que sube tiene que bajar. Lo de la manzana de Newton es explicado con lujo de detalles en la primera ley del noble caballero (los libros no muerden). La caída en el Centenario de los hipotérmicos rojinegros; no creo que haya sido esperada por ellos; pero como grite los goles. Y la caída de la noche, es consecuencia del final del día.
Pero…., y pregunto. Quien se imaginaba la estrepitosa, desvastadora, humillante y apocalíptica caída de Capito desde el incólume pedestal de banca imbatible y todopoderosa. Ni el más optimista de los apostadores hubiese pensado que el Señor de las Fichas sufriría esta verdadera revolución a manos de los vasallos más sometidos.
Pero las cosas son así; hoy por hoy, las cuentas ya no se pagan con las abultadas regalías del juego, sino con el digno y agotador trabajo en el gremio del volante. Hoy, el otrora mítico y burlón “ave”, dio paso al cortés y servicial “a donde vamos?”; y el no menos jactancioso “ahora tenés un montón” fue obligatoriamente trocado por un “libre” que deja escapar al micrófono de la radio ávido de divisas.
En fin, otra caída. Pero desde este humilde lugar de opinión, exhorto a los honorables compañeros de juego, a no perder atención a la jugada. El que está caído, que caído permanezca. No nos olvidemos del ave fénix.
Fabito.

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