Y todas las esperanzas se estrellaron en el suelo. Mis ganas de venganza, rodaron por el tapiz pavimentado cual vulgar e insignificante salivazo. Otra vez, Capito nos vapuleo a su antojo y para no dejar dudas de su aplastante superioridad sobre los simples mortales; estando del lado de los apostadores realizó la gran hazaña de las 7 MANOS.
Brindo por el logro obtenido por el compañero Cape, solo por que lo obtuvo de este lado del paño; pero sigo abogando por la gran venganza. Y cuando llegue.......a no tener clemencia.
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