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El Casino del Cape es básicamente un espacio real y virtual en donde un grupo de amigos, se reúnen a compartir la cena de todos los lunes desde hace más de 15 años. el lugar de reunión real es itinerante, es decir, va cambiando de lunes a lunes de acuerdo a la disponibilidad de locación de cada uno de los participantes de estas reuniones.

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jueves, noviembre 8

Dos temitas 2 ..

Primero, lo primero. Todo volvió a la normalidad, y Caricias apabulló a su rival sin miramientos. Tal como comentaba Fabito, solo fueron 15 minutos de ilusión, alimentada por la inteligente administración de energía física del ganador.
Es que con la temperatura elevada y la baja presión ambiental que reinaba, y a sabiendas de que el encuentro dura mas de 1 hora -porque el viejo de las luces se queda boludeando mientras nosotros nos acercamos al desmayo- el habitual triunfador ha regulado el esfuerzo magistralmente, y por eso los primeros 15 minutos hacían suponer que se estaba ante otra tarde/noche milagrosa.
Nada mas alejado de la realidad. Una vez agotadas las energías del rival, todo volvió a la normalidad. Si hasta los últimos 15 minutos estuvieron de mas.
Fue paliza, lisa y llanamente.

Segundo, obviamente lo segundo. Ya está, ya se sabe, y está comprobado en los resultados que si seguimos manteniendo las mismas dos escuadras (salvo una situación abortiva) serán siempre los mismos que semana a semana se retiren del campo de juego con una sonrisa.
Va aquí mi propuesta leal, sin mala intención aunque si toque sutíl de gozo, porque negarlo.
Demos por finalizada la rivalidad y volvemos a donde empezamos, donde semana a semana el rey de las comunicaciones discutía con el zar de las ortodoncias para armar dos equipos parejos que nos lleven al final cansados pero con la alegría de haber payaseado sobre el campo.
Mas arriba comentaba que los últimos 15 minutos ayer estuvieron de mas. Es que no había ambiente ni para una chicaneada al rival. El famoso "tiempo muerto" en la jerga deportiva.
Algo está mal entonces si jugando entre un grupo de amigos uno no puede darse el lujo de hacer algún comentario socarrón solo por temor a herir susceptibilidades.
Es mi humilde propuesta para evitar disputas innecesarias, y también porque mi pobre léxico no me da mas letra para que semana a semana, además de cansar a los lectores con la longitud de los textos, encuentre alguna ocurrencia.

Y como no hay dos sin tres reza el refrán, espero que esta semana también tengamos los puntajes de la mano de algún famoso del ambiente futbolístico, y que no haya sido solo una exclusividad para el festejo inesperado de un triunfo que ni siquiera podía haber sido soñado.

Ya para cerrar quedo claro que el padre aprendió la lección que el hijo le dio 7 días atrás (haciendo mención a un post anterior), devolviendo la gentileza con otra lección, pero de la materia que mejor maneja: el fútbol.

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