Descomunal clase de apostador profesional, proliferó nuestro máximo exponente e ídolo, el todopoderoso CAPITO, en las tierras entrerrianas la noche de hoy.No era una noche más. El impulso colectivo nos arrastro hasta el otro lado del charco, a probar suerte al azotador y verdugo casino de Victoria. Es muy curioso que una ciudad con ese nombre, nunca nos haya dado la posibilidad de disfrutarla…
Luego del fútbol de cada miércoles el equipo A y parte del equipo B izaron velas en dirección Este. La luna llena reflejada en las cristalinas aguas de nuestro dilecto Río Paraná, eran el marco de de una noche UNICA. Algo se palpaba en el aire mientras la fe de los parroquianos hacia al viaje distendido y ameno. Al atracar a las iluminadas instalaciones del casino, nos reencontramos entre personas desconocidas, con solo alzar la vista, uno identificaba a sus amigos entre el mar de gente. Las personas aferradas a las maquinas tragamonedas, padeciendo una muerte lenta, y derramando sus ultimas fichas, algunos intentando lograr alguna hazaña en los verdes prados de la ruleta, y algunos valientes, defendiendo a capa y espada, la difícil ciencia de los naipes. Este ultimo caso era el de CAPE, serio frente a una croupiere iconoclasta, de sangre fría y expresiones poco amigables, acelerando el juego para no dejar pensar, y quitándole las fichas, a favor de la casa. Nuestro Amigo, custodiado celosamente por nosotros, sintió el rigor de esa malvada profesional de las barajas. 12, 13 y 17 para nuestro favor, mientras que la mal nacida castigó con 21 y reiterados 20, desmoronando a nuestro pilar lúdico.
En menos de 7 minutos, la banca mas jodida de la florida, cayó por knock out.
Se desplomo la moral, el ánimo, pero no así la esperanza, que es lo ultimo que se pierde.
Nadie podía redimir a Cape. Estaba en la ruina. Nunca había visto un ser tan desvastado por la mala fortuna, hasta diría yo… shockeado, encandilado por la paliza que había recibido minutos atrás.
Pero fue entonces, cuando de su bolsillo derecho (no donde guarda el bulto, sino el otro) supo rescatar una estampita del Gauchito Gil, pelusa del Jean, un cospel de ENTEL y $20, los cuales decidió insertar en la ruleta electrónica.
Como quien se fuma una colilla de cigarrillo, el resto.
Parte de los testigos presenciales, degustábamos unas cervezas en el bar, y cada tanto observábamos a nuestro querido amigo, como quien mira una criatura. Estábamos cuidando de el, o lo que quedaba de el.
Pero fue entonces, cuando el milagro ocurrió. Cuando se alinearon los planetas… poco a poco y a unos 6 metros y por sobre su hombro derecho, nos miraba con sonrisa cómplice… no festejaba, pero al menos, dejaba ver alguna “remontada” que le daba derecho a seguir ahí sentando jugando. Pasados los 20 minutos, Mauricio decide investigar que pasaba. Hete aquí la noticia:
“-Muchachos, alguien que me de una manito con este degenerado, puso $20 y tiene $70 en el pozo… y no se quiere ir!! Rescatémoslo ya!!!”
Inmediatamente se pago la cuenta de lo bebido, y al instante estábamos de nuevo a sus espaldas, observando algo nunca visto, algo pocas veces imaginado, casi un sueño.
El “Leonidas” de la ruleta, estaba dando cátedras. Mediante una martingala nunca antes vista y complejos cálculos matemáticos, sobre todo, CULOS, Cape estaba desguazando a la maquina. Terminador II era Bob Esponja al lado de esta monstruosa maquina de robar dinero, pero Adriancito le estaba dando por su cuerpo. Para que tenga, para que guarde y para que archive. Una multitud se acercó a ver que estaba ocurriendo, las cámaras de seguridad del casino, apuntaba solo para un sitio, donde estaba Cape… Todo transcurría muy rápidamente, y el maldito display solo acusaba ganancias.
Para este entonces, el monitor de nuestro amigo marcaba $300
Pensar que con $20, había logrado remontar hasta $300, era toda una hazaña, era merecedor de aplausos y elogios… pero esto recién empezaba.
Arremangado y de manos transpiradas, Jopo al Gel y Jeans oscuros, con breves caminatas de ansiedad y observando lo que ocurría a su alrededor, cape seguía ganando. A estas alturas con hinchada propia, tanto por nosotros, sus amigos, como por gente curiosa, nuevos fans, que entre labios dejaban escuchar comentarios como...
“-Es Cape, es Rosarino… y la gasta” “-Que bien juega este flaco, la va a tildar como un Flipper” “-Es mi ídolo y dicen que la tiene enorme”
Las autoridades del casino se hicieron presentes y créanme, ni ellos lo podían entender, pero tampoco podían impedir la lícita fortuna que nuestro amigo incrementaba, minuto a minuto.
587 y no es para la quiniela, era lo que marcaba la computadora a favor de “ITO”
El descontrol no tardo en llegar, se veía venir…
La hinchada ya pedía números, “-Cape si sale el Cero, te hacemos la ola… “”-CERO!!!”
México 86 al lado de la ola que hicimos, no existe.
$874 Cape!!! Vamos carajo!!
“-Vamos, vamos, ya es suficiente” Decían algunos conservadores, mientras que el Titán, Todopoderoso seguía ganando y seguían llegando personas, para presenciar la paliza que se comía el casino. El tipo sumaba fans, Cape ya tenia hinchada propia y a medida que esto ocurría, se hacía más y más fuerte y no paraba ganar.
En el medio de la nada, aparecieron cámaras y un micrófono, registrando todo para un programa del canal 4 de Entre Ríos. La notera, muy guapa ella, se acerco a Cape, haciéndose paso entre la multitud y le preguntó… “-Que buena suerte caballero, está derrotando al casino en un hecho histórico... que piensa el respecto?”
El silencio se apoderó de la sala, para poder escuchar la voz de nuestro Dios... y las palabras fueron muy claras...
“-A este Casino me lo paso por los huevos, y vos, si si vos, el de la filmadora... el video mandaselo a Rial la concha de tu madre”
Los aplausos que recibió fueron comparables con el gol que atajo Goicoechea a Italia.
La sala alborotada festejaba al grito de “-una mano mas, y no jodemos más”
Un extraño sonido, proveniente de la postura de Cape, desvió todas las miradas al LCD, que indicaba ya las 4 cifras… MIL PESOS ARGENTINOS DE CURSO LEGAL.
Adrián, se había recibido de GENIO…
..Esta historia, continuará.
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