El Síndrome de Reclusión y Aburrimiento Inducido (R.A.I) o Latigasus in lomus, como se lo conoce desde la antigüedad, es un mal que afecta a los varones mayores.
No se sabe a ciencia cierta que lo genera, pero se especula que algún tipo de virus ingresa en el organismo por las heridas producidas por los latigazos y golpes que la pareja del individuo le propina.
De ésta manera, podemos advertir que la dolencia en cuestión, solo afecta al hombre una vez que éste ha entablado una relación amorosa estable y deja de lado las correrías nocturnas que otrora le conferían cierta inmunidad.
Los síntomas se presentan de diferentes formas. En el periodo de incubación el paciente deja de lado salidas nocturnas, habituales hasta el momento, y suele encontrárselo los viernes en compañía de su pareja (estable). Cuando la enfermedad avanza, reuniones con amigos dedicadas a la comida y el juego, se tornan aburridas y la víctima se recluye (solo?).
En la tercera y más terrible etapa de la dolencia, el varón afectado, ya se encuentra casado o en concubinato y quizás ya haya perdido todo tipo de contacto con su entorno amistoso.
Cabe aclarar que éste mal no afecta a todos los varones mayores, hay un grupo aparentemente inmune que de una u otra manera logró mantenerse impermeable a la enfermedad.
Para terminar, y según estudios realizados a (1) pacientes, enumeraremos algunos puntos a evitar que podrían (o no) estar relacionados con el perfil necesario para adquirir el síndrome.
No trabaje poniendo música durante su adolescencia.
No utilice la computadora por tiempos prolongados y mucho menos se convierta en webmáster.
No asista a eventos deportivos relacionados con el automovilismo y sobre todo no tome fotografías.
No utilice teléfonos celulares de tecnología avanzada (ephone).
Evite la ingesta de Gancia y el consumo de cigarrillos rubios (Marlboro).
No se sabe a ciencia cierta que lo genera, pero se especula que algún tipo de virus ingresa en el organismo por las heridas producidas por los latigazos y golpes que la pareja del individuo le propina.
De ésta manera, podemos advertir que la dolencia en cuestión, solo afecta al hombre una vez que éste ha entablado una relación amorosa estable y deja de lado las correrías nocturnas que otrora le conferían cierta inmunidad.
Los síntomas se presentan de diferentes formas. En el periodo de incubación el paciente deja de lado salidas nocturnas, habituales hasta el momento, y suele encontrárselo los viernes en compañía de su pareja (estable). Cuando la enfermedad avanza, reuniones con amigos dedicadas a la comida y el juego, se tornan aburridas y la víctima se recluye (solo?).
En la tercera y más terrible etapa de la dolencia, el varón afectado, ya se encuentra casado o en concubinato y quizás ya haya perdido todo tipo de contacto con su entorno amistoso.
Cabe aclarar que éste mal no afecta a todos los varones mayores, hay un grupo aparentemente inmune que de una u otra manera logró mantenerse impermeable a la enfermedad.
Para terminar, y según estudios realizados a (1) pacientes, enumeraremos algunos puntos a evitar que podrían (o no) estar relacionados con el perfil necesario para adquirir el síndrome.
No trabaje poniendo música durante su adolescencia.
No utilice la computadora por tiempos prolongados y mucho menos se convierta en webmáster.
No asista a eventos deportivos relacionados con el automovilismo y sobre todo no tome fotografías.
No utilice teléfonos celulares de tecnología avanzada (ephone).
Evite la ingesta de Gancia y el consumo de cigarrillos rubios (Marlboro).
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