En mi casa mando yo.

No acostumbro a llevarme de cuentos, pero el que contó esto es una persona integra, apegada a la verdad y a las leyes (no impositivas), que le confiere a la información, un carácter de veracidad impoluta como las galletitas que fabrica.
Al parecer, el domingo próximo no contaremos con la presencia de dos (amigos?).
El primer caso no lo tocaremos en profundidad, dado que es un tierno enmascarado de jodido, por el solo hecho de asistir todos los lunes con riguroso horario (20:30 a 23:00).
Para el que no lo ubica, hombre de buen comer, tomador de cerveza y siempre se sienta en la punta para no tener que levantarse a traer nada.
El segundo…… y le hablo a Ud. Señor COMANDO.
A usted que a hecho pogo con los Redondos.
Que se agarraba a golpes de puño, puntapié y escupitajos, a la menor mirada fea que le hacían.
Que en su Llambi natal, recorría los campos con una 16, a la espera de una liebre para la cena.
A usted, que esperaba que se pique el río para cruzarlo en kayac desde la isla.
Que jacta de ser descendiente de duros teutones que colonizaron nuestra provincia.
Que nunca confundió el género masculino con el femenino, como el otro que hablamos antes.
A usted, que cantaba Pecos Bill, desde el techo corredizo del 504.
Que caía a la secundaria en una Hondita 100.
Que se mama con fernet y le echa la culpa a la coca.
A usted, el día del amigo, LO VAN A DEJAR DE NIÑERO.
Esto no admite más comentarios.