Control de calidad.. CERO.

Hermosa cena disfrutamos anoche con los pocos parroquianos que se aventuraron a una reunion distinta. Esta vez, el grupete, curioso de nuevas locaciones, se adentraron en una villa miseria para saber que se siente comer como villero. La experiencia fue fantástica !!
Comenzando por un ejercicio poco habitual en nosotros, la reunion se vio matizada por diversos insectos de toda indole, que ingresaban en nuestras copas de crital. Moscas, cucarachas y alacranes dieron un tono salvaje a la cena, ni hablar de Brad Pit, nuestro estimadisimo garzon, bilingue y bidente, todo un fenómeno salido de un cuento de terror, galardonado con premios Ripley's al hombre con mas gomina sobre su creaneo. La vajilla y mantelería fueron de un cuento de Hadas y ni hablar de la decoración, al tono con el paisaje y el olor a mierda, producto de los desagues cloacales de la favela rosarina. Lejos el mejor lunes en años. Pasemos al plano gastronómico que no se quedó atrás, dado que Romerita se apoderó de la extensa carta gourmet y dió en el blanco con el mejor menú del restaurante, rodizio de pescados de río, de mar y demás menesteres. La entrada me hizo recordar al ya difunto Gato Dumas, pero no por la calidad, sino por la baranda a carne abombada.
Miren como habra sido la cena, que ni pedimos postre !! Quedamos pipones.
Sinceramente espero que se repita tan agradable velada, para que se claven los hijos de mil puta que faltaron, seres inteligentes, que hoy deben reirse de estas líneas.