Muchachos, la temática gay en éste grupo está asustando. No pasa una sola noche de lunes en que el putanesco tema no se toque uno o dos veces. Y eso no es nada. El verdadero problema es que a situaciones o actitudes que en mi barrio, la considerábamos dignas de un verdadero puto reventado; hoy, y para algunos de nosotros están solamente “algo reñidas con las costumbres varoniles”. Y hasta sostienen que el estereotipo de macho rudo que nos evocaran actores de la talla de Anthony Queen, Humphrey Bogart, o el mismísimo John Wayne; están totalmente desfasados, pasados de moda y hasta olvidados.
Si hasta el término “glamoroso” que alguna vez se lo escucho emplear al Perro; hoy por hoy, suena bastante varonil comparado con el “amoroso” con el cual el Turco describe a su arquitecto personal. Que, por otro lado, parece ser que es arquitecto de algún otro parroquiano cuya casa se encuentra en obras y que, casualmente su estética de marica ochentoso ha llamado la atención de alguna moza de un conocido bar de la avenida Alberdi.
Así están las cosas, los tiempos han cambiado, y la toalla gastada y mal oliente con que nos secábamos al salir de bañarnos, fue dando paso a la bata blanca. El fútbol de potrero que todos, habilidosos e inhábiles, jugábamos entre la nube de tierra que se levantaba al correr; dio paso al golf en grandes praderas verdes impecablemente cortadas y con pulcras vestimentas que guardan unas rigurosas “reglas de etiqueta” ( como si el hábito hiciera al monje ). Y como si todo esto fuera poco, la sal, el aceite y el vinagre, que nuestros abuelos y padres usaron para condimentar la ensalada (tomate, cebolla, rúcula, radicheta, etc.) cedió su lugar a glamorosas mezclas de casamcrem con stragón y demás yerbas; que son el agregado a putanescas ensaladas de Zanahoria, atún, pipi, y otros compuestos preferidos por los chicos de la bandera multicolor.
Muchachos reflexionemos, por lo menos y en memoria de todos los machos de barrio que nos han precedido, hagamos un esfuerzo y si de todos modos somos putos, por lo menos no lo parezcamos.
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