Capito, más Capo que nunca

Son varias las cosas que hay que ponderar del cape. Por un lado, dio albergue y cobijo a la sombra de un grupo que, lunes tras lunes, deambulaba sin rumbo por los locales gastronómicos de la zona norte de la ciudad.
Por otro lado, y una vez más, nos agasajó con un menú digno de los innumerables programas de cocina de los canales de cable. Buena comida, buena bebida y buen postre. Circulo cerrado.
Y como frutilla de ésta torta. Volvió el BLACK JACK.
La suerte que uno u otro haya corrido en lúdico evento es anecdótica. Lo importante es que más allá de mezquinos intereses, el lunes 30 de marzo, una luz se vio al fondo de un túnel oscuro y era de la puerta abierta del CASINO DE CAPITO.
Levanto la copa y me tomo un vino largo por mi sed y la del Cape y aclaro: La mesa era de vidrio.