Fanatismos al margen y teniendo en cuenta que debido a la crisis financiera mundial las grandes marcas de la industria automotriz americana (la única verdadera industria automotriz a mi modesto entender) se fusionarían con sus otrora competidoras de Europa y Asia.
Así que, cuando transiten las rutas argentinas ya no verán las interminables F 100 saliendo de polvorientos caminos laterales; en su lugar seguramente verán una Toyota. Claro, que no es lo mismo.
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