El Tiempo del Destiempo

Desde hace algún tiempo, el destiempo se apoderó del barrio de La Florida. Al anochecer los canillítas reparten los diarios y se abren los negocios para cerrar en las primeras horas de la mañana. Hasta las diez de la noche se sirve el desayuno y la cena a las ocho de la mañana.

Todo es a destiempo. Los basureros pasan antes que la gente saque la basura y se forman largas colas en el cine; una, para ver películas que aún no se habían filmado y otra, para ver el estreno de Casablanca y Lo Que el Viento se Llevó. En la funeraria de la avenida, se velan personas que aún viven, o algunas que han muerto varios años atrás. El mismo filósofo de La Florida, no resistió la tentación de entrar en una de las salas donde supuestamente se velaba a Mariano Centella.

Al ingeniero Pendido lo llamaron de su escuela primaria, ya que hace unas semanas que no concurre a clases; y al comisario del barrio le llegó la notificación de su ascenso a cabo.

Pero fue con el ángel de los ojos del cielo, con quien el destiempo se la tomó peor. Ella lleva varios años casada y a destiempo conoció su amor adolescente. Todo lo que había construido con el tiempo, el destiempo lo derrumbó. Todo lo que no pudo hacer a tiempo, lo está haciendo a destiempo. Y piensa que todo lo que el destiempo le da, el tiempo se lo va a cobrar. Pero ni ella, ni nadie sabe cuales serán las consecuencias del destiempo, eso…….eso solo el tiempo lo dirá.


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