El sindrome de Peter Pan -- Por Fabito

El lunes próximo pasado, me encontraba entregado a la degustación de una bebida tropical en el vip del Casino del Mauri, cuando, casi sin querer, escuché a un robusto caballero que catalogaba de “ave de vuelo corto” a uno de los habituales parroquianos; ausente en ese momento.
Como en un primer momento me indignó el ruin comentario, le pedí que se extienda en el tema. Su alocución apuntó directamente a una queja del ausente caballero sobre el horario avanzado en el que terminaban las tertulias en la mencionada casa de juegos.
Mas tarde, esa noche y luego de haber dejado veinticinco pesos que pasaron a engordar las arcas de la banca, me puse a meditar sobre el tema tratado. A decir verdad, casi no pude conciliar el sueño y el sonido del despertador me encontró con los ojos abiertos escudriñando la oscuridad. A, me olvidaba, eran las 06:15 Hs.
Por esas cosas del destino, a primera hora del día tuve la oportunidad de compartir un café y una charla, con un profesional de la psicología, al que le presente el problema en cuestión y me respondió con un diagnostico tajante. Síndrome de Peter Pan.
Que lo parió. Parece ser que dicho síndrome afecta a los infantes, los cuales se niegan subconscientemente a crecer. Esto puede deberse a muchas causas; algunos por no querer ver envejecer a sus mayores y otros por haber quedado pegados a algún suceso feliz de su niñez. Pero, como podía relacionar el diagnostico con el caballero en cuestión, si éste ya había pasado los treinta y cinco con holgura.
Ese mismo día, ya caída la noche y entregado al loco frenesí del zaping, todo se aclaró de repente. En canal VOLVER estaban dando Carozo y Narizota.
Aparentemente, este digno señor, quedó tan prendado de las meriendas con los felpudos muñecos, que cree que los lunes tenemos que juntarnos a merendar todos juntos, como lo hacia el en su Shambi Cambell natal. Que vamos a hacer; cosas de la mente.
Fabito