Cualquier observador avezado, puede, sin riesgo de sobrecalentar su cerebro, advertir que en éste grupo se disfruta del buen tomar. Claro está, que en determinadas ocasiones, éste buen tomar se convierte en una ingesta descontrolada que termina con algunos caballeros en calamitosos y lamentables estados que los llevan a hacer y decir las más variadas barbaridades. Pero, llegar a tener como tema de conversación, en una fiesta, pasadas las dos de la mañana, temas como: “mi chica es constipada”, “tiene colon irritable” y “tiene tránsito lento”; no solo que es de lo más bizarro sino que denota que el sujeto en cuestión ha tocado fondo. Me pregunto; no es el momento de considerar bajar el nivel de consumo alcohólico?.
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